Salíamos de Briviesca con la sana intención de realizar la última etapa del Camino de Santiago por el presente año, recorriendo la nada despreciable distancia que separa Itero de la Vega y Villalcazar de Sirga, algo así como 29 km.
Comenzamos en Itero de la Vega (Palencia) y llegaríamos hasta Frómista para almorzar, labor muy importante en cualquier etapa que se precie, ya que sirve de descanso y para reparar fuerzas.
El tiempo era ideal para caminar y así fuimos pasando por distintos lugares, como Boadilla del Camino y muy destacable el Canal de Castilla, vía de comunicación y comercio tiempo atrás.
Llegamos a Frómista donde las esclusas del Canal de Castilla, nos llamaron poderosamente la atención, pero lo mas destacable sin duda alguna es la iglesia románica de San Martín, toda una joya, digna de ser visitada.
Una vez repuestas las fuerzas, tomado un café en un bar de la localidad y puesto el correspondiente sello en la credencial de peregrino, continuamos Camino para llegar al final de la jornada: Villalcazar de Sirga.
Ya llevábamos la mitad del recorrido hecho, pero a medida que vamos avanzando se nota la distancia recorrida en nuestros pies, con lo que se iba ralentizando la marcha, pero la mirada estaba puesta en la despedida que nos esperaba.
La llegada a Villacazar de Sirga nos colmó de alegría, ya teníamos ganas de llegar y la iglesia de Santa María construida como templo-fortaleza por los templarios allá por el siglo XII a pesar de estar en obras de restauración nos dio la bienvenida con su grandioso porte.
Luego un cordero asado nos esperaba en el Mesón de los Templarios y la celebración del cumpleaños de nuestros compañeros y peregrinos Marián y Luci.
El acortamiento del día se notaba al salir del Mesón, nos montamos en el autobús y regreso para casa.
Buen Camino
Comenzamos en Itero de la Vega (Palencia) y llegaríamos hasta Frómista para almorzar, labor muy importante en cualquier etapa que se precie, ya que sirve de descanso y para reparar fuerzas.
El tiempo era ideal para caminar y así fuimos pasando por distintos lugares, como Boadilla del Camino y muy destacable el Canal de Castilla, vía de comunicación y comercio tiempo atrás.
Llegamos a Frómista donde las esclusas del Canal de Castilla, nos llamaron poderosamente la atención, pero lo mas destacable sin duda alguna es la iglesia románica de San Martín, toda una joya, digna de ser visitada.
Una vez repuestas las fuerzas, tomado un café en un bar de la localidad y puesto el correspondiente sello en la credencial de peregrino, continuamos Camino para llegar al final de la jornada: Villalcazar de Sirga.
Ya llevábamos la mitad del recorrido hecho, pero a medida que vamos avanzando se nota la distancia recorrida en nuestros pies, con lo que se iba ralentizando la marcha, pero la mirada estaba puesta en la despedida que nos esperaba.
La llegada a Villacazar de Sirga nos colmó de alegría, ya teníamos ganas de llegar y la iglesia de Santa María construida como templo-fortaleza por los templarios allá por el siglo XII a pesar de estar en obras de restauración nos dio la bienvenida con su grandioso porte.
Luego un cordero asado nos esperaba en el Mesón de los Templarios y la celebración del cumpleaños de nuestros compañeros y peregrinos Marián y Luci.
El acortamiento del día se notaba al salir del Mesón, nos montamos en el autobús y regreso para casa.
Buen Camino
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